La ilusión de superioridad moral

Cinismo Ilustrado es una web de Eduardo Salles
La mayoría de la gente cree que es justa, virtuosa y buena moralmente. Estas creencias merecen ser estudiadas científicamente porque, a diferencia de otro tipo de ilusiones positivas, las creencias morales contribuyen a la gravedad de los conflictos humanos. Cuando dos bandos opuestos están convencidos de su propia virtud la escalada de violencia es más probable y las probabilidades de resolución del conflicto más bajas. Pero esta autocomplacencia no se limita a los conflictos, una mayoría de personas se cree moralmente superior a la media. Comparada con las creencias de superioridad en otras esferas, diversas evidencias sugieren que la irracionalidad de las creencias de superioridad moral es mayor que las otras.
Taylor y Brown en 1988 publicaron un artículo sobre las “ilusiones positivas”, la primera de las cuales es una positiva auto-evaluación general. Un alto porcentaje de gente se valora a sí misma mejor que a otras personas en muchas cosas (que conducen mejor, que son más inteligentes, generosos, etc.) y a este tipo de ilusiones se les ha llamado “efecto mayor que la media” (better than average effect) o “auto-promoción” o “auto engrandecimiento” (self-enhancement). En diferentes estudios se ha visto que los rasgos morales deseables, como honestidad y confianza, muestran las mayores diferencias entre el sujeto y los demás. Y lo mismo ocurre con los rasgos negativos (mentir) que son adjudicados con más frecuencia a los otros. Es decir, la magnitud del efecto de auto engrandecimiento es mayor para las características morales (honestidad) que para características no morales (competencia en otras esferas, ambición, inteligencia…). Además, mientras el autobombo en rasgos no morales disminuye con la edad, la asimetría yo/otros en rasgos morales es constante a lo largo de la vida.
Para complicar más la cosa, los rasgos deseables morales se consideran altamente descriptivos o definitiorios del yo, más que los rasgos no morales (por lo que nos vamos a sentir más atacados en nuestra esencia en este campo que en otros). En varios estudios se ha observado que rasgos morales como honestidad, fidelidad y lealtad se consideraban más auto-descriptivos que otros como “listo”, “sabio” o “lógico”. Y estos estudios abarcan culturas diferentes así que el fenómeno parece generalizado. Finalmente, los individuos consideran que, a pesar de las circunstancias de la vida, siempre van a poseer estos rasgos.
La conclusión de todo lo anterior es que estamos ante una paradoja. La mayoría de las personas considera que son un dechado de virtudes pero pocas personas perciben esta abundancia de virtud en los demás. Esto tal vez tenga su lógica porque los rasgos morales son muy deseables pero no son fáciles de contrastar con la realidad.
Por todo ello, los autores del artículo que comento en la bibliografía se plantearon estudiar este fenómeno y llegan a dos conclusiones principales. La primera es que la superioridad moral tiene un componente irracional sustancial (la forma en la que miden esta irracionalidad no me queda muy clara) que es mayor que el que se da en otras esferas. El segundo hallazgo es que, a diferencia de lo que ocurre con otras características, la superioridad moral irracional no se asocia a la autoestima. Es decir, no encuentran asociación entre alta autoestima y una creencia irracional más fuerte en la superioridad moral. Esto es francamente chocante porque no encaja con nuestra interpretación actual de las “ilusiones positivas” en general y porque en otras ilusiones sí existe asociación con la autoestima.
El problema es explicar la causa de esta ilusión y aquí las cosas no están nada claras. Según las teorías del manejo del error parece racional esta ilusión de superioridad moral. Considerar que una persona es fiable cuando no lo es tiene un coste mucho mayor que a la inversa. Según esta línea de pensamiento, puede ser racional suponer una moralidad más baja en los demás…
Resumiendo, la creencia en que uno es moralmente superior a la persona media es robusta y muy extendida. La irracionalidad de esta creencia parece mayor que la que se observa en otras ilusiones de superioridad, lo que la convierte en una forma especial de ilusión positiva. Lo que no está claro es la función que cumple este sesgo pero lo que sí es evidente es que debemos conocerlo y estar todos muy alerta.
@pitiklinov
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