La Inteligencia y el Cociente Intelectual
La semana pasada en Twitter tuvimos un debate acerca del inteligencia y de la utilidad del C. I. (cociente intelectual) medido por los test de inteligencia. Como en Twitter no hay sitio para exponer una opinión con la suficiente profundidad decidimos trasladar el debate a un blog para poder tratarlo como se debe. En esta entrada vamos a exponer, como base para la discusión, nuestras posturas Pablo Duque, neuropsicólogo y creador de INEURO® y yo mismo. Tengo que decir que no soy experto en la materia, no administro test de inteligencia, pero lógicamente sigo el tema tanto a nivel clínico como de investigación dada la importancia de la inteligencia, una facultad clave de la mente humana. Sin embargo, Pablo Duque conoce los llamados “Test de Inteligencia” no sólo por teoría sino por su práctica clínica habitual desde hace ya más de 20 años.
Lo primero que hay que decir es que este debate es muy viejo pero creo que existen ya una serie de hechos y datos bien establecidos que son los que vamos a exponer a continuación:
¿Qué es la inteligencia? Este es uno de los problemas.
Es muy difícil dar una definición satisfactoria de la inteligencia, como de cualquier otra cosa en la vida, pero es obvio que unas personas tienen más vocabulario que otras, resuelven problemas mejor, se expresan mejor y organizan mejor problemas complejos. Además, la gente que lo hace bien en un tipo de tareas tiende a hacerlo bien en otras, un fenómeno que se conoce como g o factor general de inteligencia. Evidentemente, que unas personas tengan mayores capacidades cognitivas que otras no demuestra que se deba a un facto concreto, lo que llamamos g, ni demuestra que tenga una base biológica. El problema está cuando nos planteamos el qué para llegar al cómo. Es decir: ¿qué es la inteligencia? Y, por tanto, ¿cómo evaluarla? Ahí está el quid. Objeciones de este tipo no invalidan el hecho de que haya pruebas que tengan sentido y sean útiles aunque g no existiera. Las personas que piensan bien hacen bien un montón de cosas bien y la capacidad cognitiva es un buen predictor de muchas cosas en la vida, como ahora veremos. Por otra p arte, la fiabilidad y validez de los test es alta.
Como es necesario dar alguna definición de inteligencia he aquí una: “Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad”. Esta es sólo una. Pablo Duque y Javier Tirapu escribieron un capítulo del libro de Lóbulo Frontal publicado por Viguera Editores en el que daban una definición de inteligencia. Múltiples autores y autoras tienen definiciones. Hay algo esencial: si no sabes qué quieres evaluar porque no hay definición unánime [ni incluso si debe existir un concepto así] no puedes decir que es algo concreto mediante unas pruebas.
Lo que se dice que es inteligencia es heredable
La heredabilidad de la inteligencia es un asunto que no se puede ya discutir científicamente y esto lo dicen investigadores progresistas en inteligencia como Eric Turkheimer, Richard Nisbett y Kathrin Paige Harden. La frase que ellos utilizan exactamente es: “the heritability of intelligence is no longer scientifically contentious”. Pero vamos a explicar un poco lo que es la heredabilidad.
En primer lugar heredabilidad y hereditario no es lo mismo aunque hay una relación. La heredabilidad se refiere a “la proporción de la variación de caracteres biológicos en una población atribuible a la variación genotípica entre individuos”. Es decir, es una medida que se refiere a la población no al individuo. Si la heredabilidad de la inteligencia es del 80% (o de 0,8 en una escala de 0 a 1) eso no quiere decir que el 80% de mi inteligencia o de cualquier otro individuo se debe a los genes y el 20% a otras cosas. La heredabilidad no es una afirmación sobre el individuo sino sobre la población. Que el 80% de la variación en inteligencia en esa población se explica por los genes. Por otro lado, una cosa puede ser hereditaria y no ser heredable, por ejemplo que tengamos una cabeza. Tener una cabeza se hereda y depende de los genes. Pero como no hay variación en la población en ese rasgo (todos tenemos una cabeza) la heredabilidad de ese rasgo es 0.
Y no solo la inteligencia es heredable sino que en estos momentos se están descubriendo los genes que influencian la inteligencia. De hecho, el debate surgió al compartir esta noticia donde cuentan un estudio que acaba de descubrir 22 genes que influencian la inteligencia y que explican un 5% de la variación. Lógicamente es muy poco explicar el 5% pero es cuestión de tiempo que se vayan descubriendo más genes.
En esencia, decir que la inteligencia es heredable quiere decir que, en general, personas que son más parecidas genéticamente son también más similares en la puntuación de una prueba como el WAIS. Los hermanos gemelos monocigóticos tienen una puntuación en pruebas como el WISC más parecidas que unos hermanos no gemelos monocigóticos.
La Inteligencia predice muchas cosas importantes en la vida
La puntuación en el WAIS [o el RAVEN o el WNV] predice, entre otras cosas, los resultados escolares, los ingresos en la edad adulta, el desempeño en el puesto laboral, delitos (a mayor puntuación, menos delitos) que cometerá la persona e incluso la mortalidad (a mayor puntuación, menor mortalidad; se estima que 15 puntos más en la infancia se asocia a 24% menos de moralidad en los años siguientes). Una puntuación más baja se asocia a mayor probabilidad de ser asesinado y a mayor riesgo de muerte por accidentes. ¿Se asocia la puntuación en pruebas como el WAIS a algo malo? Pues no a muchas cosas malas; una de ellas podría ser la miopía.
Para introducir el debate nos parece que con estos puntos es suficiente. Pero nos gustaría añadir una reflexión sobre por qué es tan controvertido el tema de la inteligencia. La impresión de Pablo Malo es que se debe más a razones ideológicas o emocionales que a razones científicas. La impresión de Pablo Duque es que es un constructo no definido y que no es “medible”. Es más: hay tantos y tantos componentes cognitivos y no cognitivos en pruebas como el WAIS que el decir que eso es inteligencia es, al menos, atrevido.
Es verdad que, en cierto modo, muchas personas tenemos un deseo de igualdad y nos gusta creer que todos somos iguales y que todos podemos hacer cualquier cosa. Cualquier limitación biológica que ponga límites a este deseo molesta. Pero la ciencia está para decirnos cuál es la realidad o, al menos, lo más cercano a lo que puede ser “lo real”, no para confirmar nuestros deseos, y si hay que aceptar que no todos tenemos la misma capacidad de pensar o de aprender pues habrá que aceptarlo, lo cual, sin duda, parece un hecho más que evidente.
@P_Duque y @pitiklinov