Las ventajas de ser un psicópata
Kevin Dutton es un psicólogo de la Universidad de Oxford que acaba de publicar un libro sobre psicópatas titulado The Wisdom of Psychopaths: What saints, spies and serial killers can teach us about success (La sabiduría de los psicópatas: lo que santos, espías y asesinos en serie nos pueden enseñar acerca del éxito). No he leído el libro todavía (desde luego parece muy interesante) pero la web de Scientific American le ha dedicado varios artículos-que cito al final- y el autor explica en ellos sus provocadoras ideas.

La tesis de Dutton es que ser un psicópata, alguien que carece de la empatía, compasión y autoconciencia que atasca a la gente ordinaria, no es malo. Los psicópatas no tienen miedo, son crueles, capaces de centrarse o focalizarse de forma extraordinaria en lo que les interesa, y son fríos y capaces de tomar decisiones en situaciones de alta presión donde los demás se derrumban. También son muy buenos leyendo las expresiones faciales de la gente, lo que es lógicamente una ventaja enorme si quieres manipular a alguien. Tienen una habilidad mayor de lo normal para decir si alguien está mintiendo o es emocionalmente vulnerable. El mismo Dutton realizó un pequeño experimento en el que dos grupos de sujetos, uno que puntuaba alto en una autoescala de Psicopatía y otro que puntuaba bajo, tenían que averiguar quiénes eran culpables de haber robado un pañuelo. El 70% de los que puntuaban alto en psicopatía lo descubrieron comparado con el 30% de los sujetos con baja puntuación en psicopatía.
La Psicopatía, para Dutton es un espectro,no una cuestión de todo o nada, y rasgos psicopáticos son muy comunes en abogados, soldados de fuerzas especiales, personalidades de los media y cirujanos. Los psicópatas son carismáticos, alegres, divertidos para estar con ellos. En su compañía un o siente que “todo es posible”. Y una cosa muy importante: Dutton nunca ha encontrado un psicópata que lamentara ser psicópata. Según Dutton tenemos que pensar en laos rasgos psicopáticos como en los diales de una mesa de mezclas. Si ponemos todos los deslizadores al máximo la música es insufrible, pero ajustamos la mesa con unos toques de osadía, concentración y falta de empatía y dureza mental, y obtenemos un buen cirujano. Al hablar de psicópatas pensamos automáticamente en asesinos pero la mayoría de los psicópatas utiliza la violencia de un modo instrumental, como un medio para conseguir un fin. En un trabajo se estudiaron tres grupos ( hombres de negocios, pacientes psiquiátricos y criminales hospitalizados) y -de forma tal vez no tan sorprendente- los rasgos psicopáticos eran más frecuentes en los hombres de negocios: encanto, egocentrismo, persuasión, falta de empatía, focalización e independencia. La diferencia estaba en que en los criminales predominaban los aspectos más antisociales de la psicopatía: saltarse la ley, agresión física e impulsividad. Un hombre de negocios decía por ejemplo que la insensibilidad era buena: te permite dormir cuando los demás no pueden.

Sobre el tema de la empatía es interesante recordar los famosos dilemas morales con trenes (trolleys) de Joshua Greene. Existe toda una Trolleyología o variedad de dilemas pero los dos más conocidos son los que describo a continuación los cuales nos sugieren que hay dos clase de empatía , una fría y una caliente, por así decirlo. El Caso 1 es un tren que va a arrollar a 5 personas y tenemos la posibilidad de cambiar de vía al tren utilizando una aguja pero el problema es que en la otra vía hay una persona que sería atropellada por el tren. la mayoría de la gente no tiene problemas en este caso en decidir utilizar la aguja y salvar a 5 personas condenando a una. El caso 2 es el mismo tren que va a arrollar a 5 personas pero nosotros estamos en un puente sobreelevado al lado de un señor gordo ( o un señor con mochila, según las versiones) y si arrojamos al señor a la vía podemos parar el tren. Mirado fríamente es el mismo caso que el anterior -salvar a 5 personas provocando la muerte de una- pero aquí la mayoría de la gente dice que no lo haría. Greene cree que el caso 1 es un dilema impersonal, la empatía fría, e implica regiones del cerebro como la corteza prefrontal y el córtex parietal posterior. El caso 2 es un dilema personal, caliente, implica provocar la muerte con nuestra actuación de forma directa e implica centros emocionales del cerebro, como la amígdala. Se han presentado estos dilemas morales a psicópatas y se ha visto que en el caso 1 se comportan como las personas normales y no tienen problema en desviar el tren. Pero cuando pasamos al caso más personal y se debería activar la amígdala observamos que esto no ocurre en los psicópatas, que siguen juzgando la situación de una manera impersonal y fría-con su corteza prefrontal- y serían capaces de arrojar al señor a la vía.


La explicación evolucionista del diferente comportamiento de las personas en estas dos situaciones sería que durante la mayor parte de nuestra historia evolucionista los seres humanos han vivido en pequeños grupos donde se conocían todos y donde la violencia sólo podía infligirse de una manera directa, personal ( golpear, estrangular, empujar). Para tratar con estas situaciones hemos desarrollado unas respuestas emocionales aversivas inmediatas, de base emocional. El pensamiento de arrojar a una persona por el puente dispara estas respuesta emocionales aversivas. Mover una aguja que desvía el tren no guarda semejanza con nada con probabilidades de haber ocurrido en las circunstancias en las que nosotros y nuestros ancestros hemos vivido en el pasado. Por ello, el pensamiento de activar la aguja no dispara la misma respuesta emocional que arrojar a una persona a las vías. Este mecanismo explica los problemas para llevar a cabo el Holocausto que tuvieron los nazis. Cuando utilizaban métodos muy directos como disparar directamente a personas los soldados vomitaban, sufrían crisis nerviosas, había que ayudarse de alcohol y drogas, y muchos de ellos no podían llevar a cabo esas matanzas. Cuando el método utilizado fueron las cámaras de gas, se facilitó enormemente la ejecución de esas atrocidades. Esto explica también que un soldado americano que no daría un sopapo a un niño sea capaz de disparar un misil desde un F-18 a cientos de kilómetros de la diana y provocar la muerte de 200 niños.

En los famosos experimentos Milgram cuando la víctima estaba en la misma habitación que el sujeto experimental y este podía oír sus gritos, e incluso tenía que participar activamente en sujetarle para administrar la descarga, el porcentaje de sujetos que se negó a seguir administrando los shocks eléctricos aumentaba notablemente. Este fenómeno por el que la distancia con respecto a la víctima facilita cometer una agresión o un acto inmoral, tiene su correlato en el mundo económico y una posible influencia en la crisis económica actual. Dan Ariely ha estudiado en Predictably Irrational en residencias universitarias cómo los estudiantes eran capaces de beberse unas CocaColas que no eran suyas ( que Ariely colocaba subrepticiamente en las neveras de la residencia) mientras que no tocaban un dinero dejado encima de la mesa. Ariely sugiere que personas que no robarían un dinero directamente a otros pueden cometer actos irregulares debido a la cualidad etérea e inmaterial de muchos productos financieros, que hace que se pierda esa relación personal o directa que ha actuado de freno en nuestra historia evolucionista.
Pero volviendo a los psicópatas, una característica en la que brillan los psicópatas es la capacidad para tolerar el estrés. Cuanto más se calienta la situación, más fríos se mantienen los psicópatas. Dutton dice que todos nos beneficiaríamos de cultivar nuestros rasgos psicopáticos latentes. La próxima vez que te encuentres en una situación difícil, dice Dutton, imagínate lo que harías si no tuvieras miedo. ¡Psicopatízate!, es el mensaje de Dutton. Aunque si miramos a nuestro alrededor, a esta crisis económica mundial que estamos sufriendo, la pregunta es :¿de verdad necesitamos más psicópatas o ya tenemos de sobra?
Uno de los artículos recoge un extracto de una entrevista de Dutton a un psicópata. La entrevista tiene lugar en la cárcel y en un momento dado el psicópata le da a entender que si una chica no quisiera tener relaciones con él, él las conseguiría de otra manera. Dutton recoge las cosas para irse y le dice que ha aprendido que ellos dos están cableados de manera diferente y que por eso el psicópata está dentro de la cárcel y Dutton fuera. La respuesta del psicópata da para pensar un rato:
“No dejes que te engañe tu cerebro, Kev, con todos esos exámenes que no te dejan ver la realidad. Solo hay una diferencia entre tú y yo: Yo lo quiero y voy a por ello, tú lo quieres y no vas a por ello”
“Estás asustado Kev, tienes miedo. Tienes miedo de todo, lo veo en tus ojos. Miedo de las consecuencias. Miedo de que te cojan. Miedo de lo que pensarán. Miedo de lo que te harán cuando vengan a llamar a tu puerta. Tienes miedo de mí”
“Mírate. Tienes razón, tú estás fuera y yo estoy aquí dentro. Pero...¿quién es libre, Kev? Libre de verdad, quiero decir. ¿Tú o yo? Piensa en ello esta noche. ¿Dónde están los barrotes de verdad Kev? ¿Ahí afuera ?( señala la ventana). ¿O aquí dentro? ( y se toca la sien)
Referencias
What psychopaths teach us about how to succeed
An interview with a psychopath
“Dexter” and British psychologist ask: who wants to be a psychopath?