Kevin Mitchell en su libro Free Agents defiende que sí. Yo lo acabo de leer y mi opinión es que Mitchell hace un buen trabajo demostrando la parte de que somos agentes pero que no lo hace tan bien demostrando que somos agentes “libres”, que es precisamente el meollo del asunto.
El grueso del libro está dedicado al proceso por el que la selección natural ha ido dando cada vez más agencia a los organismos. Una bacteria hace muy pocas cosas (hace muchas más de las que voy a decir ahora pero aceptémoslo para efectos de la argumentación): acercarse a la comida y alejarse de los peligros (un calor extremo o una sustancia tóxica o lo que sea). Es decir, cambia el ambiente y cambia la conducta de la bacteria. Dentro de la bacteria no ocurren apenas cosas, no hay mente, no ha cognición, no hay razonamiento, etc. Pero poco a poco la selección natural va haciendo que ocurran más cosas “dentro del organismo” de forma que no son sólo marionetas del ambiente que responden en plan reflejo a un estímulo. Por ejemplo, un ciervo se acerca a beber agua pero si detecta un león en las proximidades se abstendrá de ir a beber. Puede diferir la acción, aparecen fenómenos como el autocontrol.
Pero todo esto puede verse como que la programación del organismo se va complejizando. Donde antes sólo era: “aléjate del calor, acércate a la comida”, ahora es: “si hay un león cerca no te acerques a la comida”. “Si hay comida pero también hay una hembra en celo, intenta aparearte…”. Podemos ver esto como libertad o podemos seguir viéndolo como una programación, unos algoritmos que se van complicando y que dan una respuesta última flexible que depende de incontables factores internos y externos al organismo. William James, al que cita Mitchell varias veces, decía que no es que los humanos tengamos menos instintos que otros animales sino que somos el animal que tiene más instintos, cosa que yo interpreto como que tenemos más programación.
Así que estoy de acuerdo con Mitchell en que los seres vivos toman decisiones y que no actúan de forma refleja o como pilotos automáticos. Los ciervos que fueron a beber cuando había leones no dejaron descendientes y los ciervos que existen son descendientes de los que sí tuvieron capacidad de autocontrol o de posponer una acción. Pero un robot, un androide o las futuras criaturas de IA, son capaces de hacer este mismo tipo de cosas. Pueden observar el ambiente y pueden ajustar su conducta en función de los peligros y oportunidades del ambiente. Según la forma de ver las cosas de Mitchell tendríamos que decir que también son agentes libres. Robots que ya existen o androides que se puedan construir en el futuro -como los de la película Blade Runner- pueden realizar acciones y tomar decisiones muy sofisticadas. ¿Tendríamos que conceder que tienen libre albedrío? En el fondo creo que nos cuesta aceptar que los seres humanos somos máquinas, máquinas biológicas, pero máquinas. Nos parece humillante.
Otro aspecto que toca con extensión Mitchell es si el mundo físico es determinado o indeterminado. No voy a entrar en todos los datos y argumentos pero concluye que hay un grado de indeterminación y que ese grado de indeterminación es suficiente para que los organismos (sobre todo los humanos) podamos decidir lo que ocurre finalmente. Todo no está determinado por causas previas sino que quedan huecos de “causalidad” o de “indeterminación” que las criaturas con razonamiento y cognición pueden rellenar. Y no es que las cosas -como en la mecánica cuántica- ocurran por puro azar. Si nuestros actos dependen del movimiento al azar de partículas subatómicas eso no nos daría ninguna libertad, así que Mitchell plantea que el estado previo del mundo físico no determina lo que ocurre después y que eso deja hueco para que organismos con una organización como la nuestra decidan lo que ocurre al final. El balón queda en el aire para que nosotros rematemos. Este punto ya tiene muchos más problemas y me parece dar un salto triple moral sin red pero lo podemos dar por aceptado y demostrado.
Y llegamos así al núcleo del problema y al punto en el que el planteamiento de Mitchell fracasa, a mi modo de ver. Y eso que está cerca de dar con el problema en muchas ocasiones. Aceptemos que queda un hueco para que actuemos. Faltaría demostrar que actuamos libremente por una “voluntad libre” y ahí es donde se viene abajo el castillo porque el mismo Mitchell dice que actuamos por razones…con lo que estoy totalmente de acuerdo…por unas razones que no nos hemos dado a nosotros mismos.
Mitchell menciona por lo menos un par de veces la famosa frase de Schopenhauer de que podemos hacer lo que deseamos pero que no podemos desear lo que deseamos. Y deja en el aire que va a abordar ese problema. A mi modo de ver no lo refuta, no demuestra que Schopenhauer esté equivocado. El argumento de Mitchell no entra al meollo del problema del libre albedrío, un problema que, a mi modo de ver, ha argumentado perfectamente el filósofo Galen Strawson. Si yo no soy responsable de lo que soy, si no he elegido las condiciones iniciales (ni mi inteligencia, ni mi orientación sexual, ni mis deos y preferencias, etc.) entonces mis acciones no son libres sino que son causadas por unas razones y motivaciones que yo no he elegido. Mi voluntad actúa, efectivamente, pero no libremente. Ocurre con nosotros lo mismo que con los androides de Blade Runner: realizan acciones, reflexionan y toman decisiones…pero todo eso responde a una programación insertada por su creador o programador. Y en nuestro caso, el programador es la selección natural. Si eso es libertad, entonces sí, somos libres.
PS- Para los interesados en este tema un libro que va muy en la línea del de Mitchel, en el sentido de que la selección natural nos ha dado agencia, es el último de Michael Tomasello, The Evolution of Agency: Behavioral Organization from Lizards to Humans
Hola Pablo.
Repasa el último capítulo: "I take the absolutist definition of freedom to be incoherent in the context of the question whether we have free will. If you take “free” to mean absolutely free from any prior causes whatsoever, then you can have “free” or you can have “we,” but not both."
Eso es lo que no entiendes (ni tú, ni Schopenhauer). La libertad como causa incausada no es lo que defendemos los libertarios, porque es incoherente. Solo tiene sentido atribuir libertad a un agente concreto. Como te dije en el debate que tuvimos hace cinco años, "pretendes que solo una voluntad sin cuerpo, sin cultura, sin biografía, sería libre". La voluntad de nadie.
- Si para ser libre, un agente no puede tener deseos ni razones, entonces no puede ser alguien. Sin deseos ni razones, sus decisiones solo podrían ser aleatorias, no libres.
- Si, para que las decisiones de un agente sean libres tiene que haber elegido todos sus deseos y razones, cuando todavía no los tenía, primero tendría que haber sido nadie, eligiendo. Y si era nadie, sin deseos ni razones, sus elecciones solo podrían haber sido aleatorias, no libres.
La libertad, según tu definición, no puede existir porque es un círculo cuadrado, una contradicción lógica. "La libertad es la capacidad gradual de algunos sistemas naturales que los hace operar como un tipo muy concreto de agentes causales en una naturaleza con el futuro abierto" (otra vez, de aquel debate). Es decir, que gracias a (porque si no, seríamos nadie) y a pesar de (porque condicionan, pero no determinan nuestras decisiones) las constricciones que nos constituyen (incluyendo la historia de nuestras propias decisiones), son la condición de posibilidad de nuestra libertad, de las distintas opciones que se abren a nuestra elección y de nuestra capacidad para crear nuevas posibilidades.
No respondo en tu blog porque exige registrarse para publicar un comentario. Bastante hago con publicar en este (que también lo hace).
Dejo que te responda el propio Mitchell (en las cuatro entradas de su blog donde critica el libro de Sapolsky). http://www.wiringthebrain.com/2024/01/undetermined-response-to-robert_22.html (y anteriores).
Como verás, el indeterminismo solo es una de las condiciones de posibilidad de la libertad. Las otras son el emergentismo fuerte y la causación descendente.
Tengo muchas objeciones al texto de tu entrada, pero no me apetece discutir con otra persona que tiene fe en un determinismo reducccionista y mecanicista. Los argumentos para desmontar esa fe decimonónica están a tu disposición (empezando por los escritos que enlazo).
Buenos días.